Encrucijada...dícese de ese punto en el que se intersecan varios caminos y no sabes cual elegir. Creo que muchos hemos estado en ese lugar varias veces y por más que pienses que la mejor solución es volver hacia atrás, la vida se ha encargado de poner una pared indestructible y de cristal en tus espaldas con el fin de que solo puedas mirar pero no regresar. Por lo tanto, el único conocimiento que tienes es que todos los caminos te llevarán hacia adelante. La pregunta es: cuál es el correcto y el de la felicidad?
Sin embargo, no nos atrevemos, no queremos elegir, no somos lo suficientemente valientes para tomar la vida en nuestras manos y tomar una decisión. Nos deprimimos y nos aferramos constantemente a la idea de...si pudiera volver!!! Volver a una etapa donde eras considerado un inmaduro para tomar sabias decisiones. Aquella en la que podías equivocarte todas las veces que quisieras porque sabías que no habían grandes consecuencias más allá de un regano, castigo o paliza. Volver a la edad perfecta de la no responsabilidad y eso es lo fácil de la vida cuando caminas en el aire y no en la tierra.
Ahora de adulto solo sabes que son los suenos lo que llevan helio porque tu cuerpo lleva piedras en los zapatos, un bulto grande en las espaldas y muchas preocupaciones en la mente que ya no te permiten flotar. Cierras los ojos por unos instantes y nuevamente piensas...si pudiera volver!!!
He mirado con detenimiento mi vida y las de otros. He sido testigo de la encrucijada de algunos. Y aunque a veces es doloroso tomar una decisión, pues sabes que afectarán a otros, en el fondo sabes que no puedes quedarte siempre ahí.
Hablo de mí ahora al querer volver tantas veces al pasado y puedo decir una y mil veces sé que fui feliz. Pero que mucho pierdo el tiempo mirando por el retrovisor lo que ya nunca será. Quizás dejé pasar muchas oportunidades de mi vida y miles de suenos se quedarán en el baúl. Quizás ya no vuelvan las personas que fueron parte de mi y a quien yo les entregué un pedazo de mi corazón. Pero tengo, debo y quiero tomar una decisión pues aun hay felicidades que no conozco, aun hay un hijo que me espera y que me llamará algún día mamá. Aun faltan nietos por conocer y aun falta verme en un espejo con marcas del ayer.
Encrucijada, es un momento que debería durar solo segundos, pero que mucho duele cuando los segundos se convierten en a~os. Al final del camino solo serás tú quien juzgue si realmente valió la pena. No hay un libreto que te diga lo que debes hacer, cada paso que das es uno lleno de incertidumbres. Afortunados aquellos que viajan de la mano de Dios, afortunados aquellos que no temen a las aventuras y a lo misterioso y afortunados aquellos que llegan al final del camino y dicen: Gracias!!!
Si pudiera volver, será una frase que estará siempre en mi alma. Pero de verdad quién quiere volver, después de conocer a mis mayores amores; para muchos los hijos, para mí, las sobrinas. Y eso cambia el significado de tantas cosas, entre ellas de la vida.
Encrucijada, es hora de salir. En sus marcas, listo, fuera...
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