No todos los días son color de rosa. Hay veces en que nos levantamos con muchas interrogantes existenciales y ese tiempo de meditación que queda en puras preguntas y ninguna respuesta te puede llevar a la encrucijada de la duda: creer o no creer. Cuantas veces no nos sentimos que la vida ha arrastrado nuestro ser por el piso y nos sentimos agotados de tanto sufrir. Hay quienes sufren de pobreza, por alguna enfermedad, por cosas mundanas, por sentimientos, por soledad y por muchas otras cosas más. No importa cual sea la variable en tu vida que designe el sufrimiento, todos tienen el mismo resultado...el dolor.
Cuando eres débil ante las emociones y las vicisitudes de nuestro diario vivir, quién es tu mejor aliado para no perder la fe? Me he dado cuenta que cuando te encuentras en esa disyuntiva entre creer y no creer la mejor fórmula es encontrar alguien que devuelva nuevamente el balance a tu vida. No todos contamos con unas bases espirituales lo suficientemente fuertes como para seguir el camino de la fe. No necesariamente tienes que tener conocimiento de alguna religión para acercarte cada segundo a Dios. Solo es cuestión de poder creer. No importa cuantas preguntas hagas, cuanto le cuestiones sus creencias, cuantas veces te caigas, esa persona será lo suficientemente fuerte te cogerá de la mano y te guiará por el mejor camino.
Una vez me dije a mi misma que el dolor más grande venía del amor porque los pobres mueren de hambre, los enfermos mueren por no tener salud, el dinero va y viene, las personas igual. Pero cómo superas el dolor de un amor que te destruye la presencia, el espíritu, que te invade todos los órganos y hasta la mente e incluso cuando intentas dormir te traicionan los sueños; que finalmente te destruye quien eres y dejas de ser para convertirte en el vacío. Si pierdes el amor a Dios en eso entonces te conviertes. He aprendido que nadie puede decirte que tus problemas son menos o no son nada; o que mires hacia adelante porque hay gente peor que tu. Lo cierto es que cada persona es diferente, que todos lidiamos con el sufrimiento de forma particular y que no hay una dichosa escala que mida cuan pequeño o grande es el dolor. Podrán ser pruebas tontas de la vida, solo sé que hay personas fuertes en la vida y otras tantas débiles que luchan constantemente por no caer.
Cuando tengas un desbalance espiritual es bueno saber que no importa cuantas veces te pierdas, siempre habrá un faro que alumbre el sendero que eventualmente te llevará a Él...búscalo...
.................................
Fe...poema del 9 de mayo del 2000
Anoche bajo un cielo estrellado y una luna ardiente
contemplé tu casa, cerré los ojos y una brisa suave y ligera secó la lágrima.
Aquella lágrima que preguntaba si realmente me esperabas allí.
Oh que tan lejos vives
que tan cerca estás?
que estiro mis manos y no te logran alcanzar.
Oh mi triste agonía
el silencio de mi voz
pensamientos amargos, sentimientos de dolor
y no te siento
no te escucha mi corazón.
Estaré maldita
seré la hija del mal
porque tu presencia no la siento al andar
Acaso soy ciega, sorda o qué?
Qué será lo que seré?
si yo sé que no soy nadie
o quizás sea eso, eso que llamamos vacío
eso que se llama la nada.
Y saber que aun te pienso
que aun te sigo mirando desde aquí
que aun te admiro y que inocentemente sé que te apiadas de mi.
Aun te espero
aun te rezo y sabes por qué?
porque tengo Fe.
La Fe que es la superación de la duda
la esperanza de vencer ese miedo
la agonía de llegar a una puerta y decidir
entre la ilusión de verte algún día
o el abismo hacia la desesperación.
Y aun sigo siendo tu Hija
y Tu mi eterno Padre
mi único Dios.
Esperame, que a pesar de todo, aun sigo creyendo en ti.
jueves, 25 de junio de 2009
miércoles, 24 de junio de 2009
El precio de los sueños
Siempre quise desafiar ese refrán que dice que en la vida no lo puedes tener todo. A mis 29 años aun no lo consigo. Miro mi vida en retrospectiva y veo a una niña con muchos sueños. Una casa gigante para que vivan todos los miembros de mi familia, una guagua para pasear, dinero para viajar a Disney, casarme, tener hijos y ser una gran profesional. Creo que en el trayecto mis padres me dijeron que lo podía tener todo, pero no especificaron cuándo, los pequeños detalles dentro de cada sueño y los sacrificios para poderlos alcanzar. A estas alturas aprendí que la casa aun no está en mi presupuesto y esperando a que lo esté, ya se han ido a otros mundos los que se supone que en algún momento la habitarán. La gasolina está tan cara que una guagua para qué, que los países no es solo Disney y que en las noticias aprendes que hay otras cosas más importantes, otras culturas, otros destinos, otros tantos lugares fuera de la utopía mágica de Mickey. Que para casarte primero tenías que pasar por los tantos novios, por desilusiones y luego encontrarías a alguien que no necesariamente era tu príncipe azul. Luego descubres que en realidad eso que dicen que la boda de ella tiene que ser la mejor es puramente un cuento y que quizás para algunos el llevar un anillo es dejar escapar la posibilidad de esa persona que apareció tarde. Que tener hijos no entra en el tiempo y espacio de quien realmente lo piensa mucho y que finalmente quien decide ser un profesional puede estar destinado a la triste soledad.
Allá desde aquel pueblo lejano mis padres hablan de mí, de su gran orgullo, de la que lo tiene todo y ha luchado por conseguir sus sueños. Allá desde aquel pueblo lejano mi hermana me admira por ella no haberlo logrado, por haberse casado y dedicado puramente a su familia. Y yo desde aquí, acompañada de los recuerdos, solo me pregunto que preció pagué por cumplir mis sueños. Nadie habla de ese intermedio, de ese punto en la vida donde nada parece tener sentido y te encuentras perdido y sin rumbo. Soledad, tristezas, lágrimas, depresión, momentos filosóficos, pensamientos suicidas, enemigos, pérdidas, enfermedades, nadie con quien hablar, críricas y más…todo eso pagué por alcanzar mis sueños; por querer ser la diferencia de la mujer que no sigue detrás de un hombre y lograr la independencia y la liberación de lo que es ya tradicional. Un vacío se apodera de mí ahora que estoy a punto de ser una profesional y solamente me pregunto si realmente valió la pena.
Ahora pienso en aquel que ha alcanzado el “éxito” y lo miro con pena porque quizás al igual que yo también perdió muchas cosas por el camino. Ya no puedo echar para atrás, ya la casa quedó vacía, el carro pequeño resultó más módico, el próximo destino es para Europa, que la convivencia hubiera resultado mejor, que los sobrinos son los nuevos hijos y que por fin me pueden llamar doctora de verdad.
No se puede tener todo en la vida, eso dicen por ahí. Yo solo digo que los sueños tienen precio y mientras más altos, más duelen.
¿Estás dispuesto a pagarlos?
Allá desde aquel pueblo lejano mis padres hablan de mí, de su gran orgullo, de la que lo tiene todo y ha luchado por conseguir sus sueños. Allá desde aquel pueblo lejano mi hermana me admira por ella no haberlo logrado, por haberse casado y dedicado puramente a su familia. Y yo desde aquí, acompañada de los recuerdos, solo me pregunto que preció pagué por cumplir mis sueños. Nadie habla de ese intermedio, de ese punto en la vida donde nada parece tener sentido y te encuentras perdido y sin rumbo. Soledad, tristezas, lágrimas, depresión, momentos filosóficos, pensamientos suicidas, enemigos, pérdidas, enfermedades, nadie con quien hablar, críricas y más…todo eso pagué por alcanzar mis sueños; por querer ser la diferencia de la mujer que no sigue detrás de un hombre y lograr la independencia y la liberación de lo que es ya tradicional. Un vacío se apodera de mí ahora que estoy a punto de ser una profesional y solamente me pregunto si realmente valió la pena.
Ahora pienso en aquel que ha alcanzado el “éxito” y lo miro con pena porque quizás al igual que yo también perdió muchas cosas por el camino. Ya no puedo echar para atrás, ya la casa quedó vacía, el carro pequeño resultó más módico, el próximo destino es para Europa, que la convivencia hubiera resultado mejor, que los sobrinos son los nuevos hijos y que por fin me pueden llamar doctora de verdad.
No se puede tener todo en la vida, eso dicen por ahí. Yo solo digo que los sueños tienen precio y mientras más altos, más duelen.
¿Estás dispuesto a pagarlos?
martes, 23 de junio de 2009
El mito detrás de Romeo
Ohh el amor...
Cuánto no soñamos con ese hombre maravilloso llamado Romeo, que con todos sus detalles nos conquistará hasta caer rendidamente a sus pies. Luego depositamos nuestro corazón en sus manos y nos elevamos al cielo en un pedestal de cristal. Este es el hombre que desde que tenemos uso de razón nos transportan a los tiempos de castillos y princesas y nos hacen ver que será nuestro salvador.
He mirado muchos años buscando aquel romance que escriben en novelas, en algún cuento o que vemos en ciertas películas. De verdad existirán aquellos que te pueden despertar con una flor en la almohada, prepararte un delicioso desayuno con fresas, invitarte a cenar poniéndote tu mejor vestido, caminar a orillas de la playa en una noche de luna llena, ver una película en el sofá abrazados o enviarte flores al trabajo y no necesariamente es una ocasión especial? En serio es mucho pedir? Acaso no es parte de los delirios del amor y perder la cabeza por alguien lo que te lleva a seguir cosechando la pasión?
No soy investigadora, ni tengo un grado en relaciones de pareja, solo cuento con mi opinión de una mujer que ha visto y ha vivido cosas. Por eso me atrevo a decir que creo que la mayoría de las relaciones se construyen a base de mentiras. Al principio cuando vamos a la conquista de esa persona ideal sí puedes ser el gran Romeo. Sin embargo, no voy a ser injusta con los hombres porque nosotras las Julietas también rayamos en la gran falsedad que nos gusta los deportes, la música o cualquier otras tantas cosas. Este es el gran acto número uno de la aparente tolerancia. A medida que pasa el tiempo lo ideal dejó de ser para convertirse en el premio de tenerte, la victoria de conquistarte y la satisfacción de lo logré...entonces luego qué?
Seré yo parte de la especies extintas en cuanto al romance? Será cierto que los hombres prefieren las mujeres totalmente independientes, especialmente en las emociones? Una mujer Julieta puede verse como highly maintenance, que no es otra cosa que aquella que requiere toda la atención de un hombre. Será entonces la mujer moderna la superación de las Julietas? Después de todo, cansada de volar en un pedestal de cristal, luego de quebrarse y de tantos cristales incrustados en la desilución decidió no regalar más su corazón ni esperar por aquel soñado Romeo. De verdad y 100% le habrá dejado de importar los detalles que puedan tener con ella?
Como aprendí en una película, habrá siempre sus excepciones, pero la regla me dice que el hombre Romeo es solamente un mito. No es culpa de los hombres no tener ese carisma, ni esa entrega de dar puros detalles que ni el dinero puede comprar. A estas alturas he aprendido que no es voluntad sino falta de imaginación, creatividad y quizás amor.
El amor ha cambiado su significado. Dichosa yo de poderlo definir y dichosas aquellas que son las excepciones de la regla.
Cuánto no soñamos con ese hombre maravilloso llamado Romeo, que con todos sus detalles nos conquistará hasta caer rendidamente a sus pies. Luego depositamos nuestro corazón en sus manos y nos elevamos al cielo en un pedestal de cristal. Este es el hombre que desde que tenemos uso de razón nos transportan a los tiempos de castillos y princesas y nos hacen ver que será nuestro salvador.
He mirado muchos años buscando aquel romance que escriben en novelas, en algún cuento o que vemos en ciertas películas. De verdad existirán aquellos que te pueden despertar con una flor en la almohada, prepararte un delicioso desayuno con fresas, invitarte a cenar poniéndote tu mejor vestido, caminar a orillas de la playa en una noche de luna llena, ver una película en el sofá abrazados o enviarte flores al trabajo y no necesariamente es una ocasión especial? En serio es mucho pedir? Acaso no es parte de los delirios del amor y perder la cabeza por alguien lo que te lleva a seguir cosechando la pasión?
No soy investigadora, ni tengo un grado en relaciones de pareja, solo cuento con mi opinión de una mujer que ha visto y ha vivido cosas. Por eso me atrevo a decir que creo que la mayoría de las relaciones se construyen a base de mentiras. Al principio cuando vamos a la conquista de esa persona ideal sí puedes ser el gran Romeo. Sin embargo, no voy a ser injusta con los hombres porque nosotras las Julietas también rayamos en la gran falsedad que nos gusta los deportes, la música o cualquier otras tantas cosas. Este es el gran acto número uno de la aparente tolerancia. A medida que pasa el tiempo lo ideal dejó de ser para convertirse en el premio de tenerte, la victoria de conquistarte y la satisfacción de lo logré...entonces luego qué?
Seré yo parte de la especies extintas en cuanto al romance? Será cierto que los hombres prefieren las mujeres totalmente independientes, especialmente en las emociones? Una mujer Julieta puede verse como highly maintenance, que no es otra cosa que aquella que requiere toda la atención de un hombre. Será entonces la mujer moderna la superación de las Julietas? Después de todo, cansada de volar en un pedestal de cristal, luego de quebrarse y de tantos cristales incrustados en la desilución decidió no regalar más su corazón ni esperar por aquel soñado Romeo. De verdad y 100% le habrá dejado de importar los detalles que puedan tener con ella?
Como aprendí en una película, habrá siempre sus excepciones, pero la regla me dice que el hombre Romeo es solamente un mito. No es culpa de los hombres no tener ese carisma, ni esa entrega de dar puros detalles que ni el dinero puede comprar. A estas alturas he aprendido que no es voluntad sino falta de imaginación, creatividad y quizás amor.
El amor ha cambiado su significado. Dichosa yo de poderlo definir y dichosas aquellas que son las excepciones de la regla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)